Los servicios públicos municipales es todo aquello con lo que día a día nos relacionamos, pero poco entendemos y mucho menos asociamos. Labores cotidianas de nuestro hogar como tirar la basura, abrir la llave del grifo y beber agua (cuando es posible), caminar y saber por dónde voy gracias a la lámpara de la calle, etc., son esencialmente servicios públicos municipales, en unos casos a cargo del Estado y en otros bajo la supervisión del Estado (en entradas posteriores veremos a qué nos referimos con esto).
El sustento legal o norma jurídica que establece qué son los servicios públicos municipales y en qué consisten, es decir aquellas actividades que son responsabilidad de los municipios, se encuentra en el artículo 115 constitucional, fracción III. La siguiente imagen detalla esquemáticamente dichos servicios.
Ahora bien como hace referencia Fernández (2002), nuestra constitución política es poco clara respecto a cuáles son servicios y cuáles son funciones municipales. En nuestra opinión podríamos caracterizar los servicios como actividades del día a día que el Estado provee y cuyo foco es cubrir algún "hueco social" para alcanzar un correcto funcionamiento de la economía; mientras que las funciones municipales son más de carácter administrativo y político, intrínsecamente ligadas al Estado en cuanto institución.
Bajo esta caracterización la provisión de agua potable es un servicio, que aunque igualmente puede proveerse al amparo de un privado, en México la mayor parte de las veces se da bajo la provisión del Estado, principalmente por razones de equidad. Al contrario una actividad como la contabilidad gubernamental puede considerarse una función municipal, toda vez que su esencia es administrar el erario público.
Es importante destacar que más allá de referir en qué sección de la constitución se encuentran señalados los servicios públicos municipales, su importancia radica en establecer su relación con la ciudadanía. En cierto sentido, dichos servicios son la primera cara del gobierno; son lo que "palpamos" y consumimos casi diariamente. Entender cómo funcionan, las distintas formas que puede haber para gestionarlos, y las últimas mejores prácticas al respecto es esencial para conocer más sobre la economía del sector público.
Referencias:
